Cuando nos planteamos dejar el pañal se nos vino una cuestión a la mente… ¿qué es mejor? ¿usar un orinal o un adaptador para el baño? Después de mucho informarnos llegamos a una serie de conclusiones. Hoy vamos a compartirlas con vosotros 🙂
Antes de nada, es muy importante tener en cuenta que dejar el pañal es un momento muy importante en el desarrollo de los niños y también un momento muy importante para los papis. Se trata de un paso gigante hacia la tan ansiada por ellos autonomía y madurez.
También queremos mencionar que ambas opciones son válidas y cumplen la misma función: ayudar al niño a acostumbrarse a hacer sus necesidades fuera del pañal. En esta entrada analizamos los pros y contras de cada alternativa.
El orinal
Quizás es la opción más extendida y usada durante mucho tiempo. Sus ventajas son:
Tamaño pensado para los más pequeños. Puede sentarse cómodamente con los pies apoyados en el suelo, lo que le da estabilidad, confianza y fomenta su autonomía.
Movilidad y accesibilidad. Se puede colocar en cualquier lugar de la casa, incluso en la habitación del niño o en el salón, facilitando que lo tenga cerca cuando le entren ganas.
Ideal para los primeros intentos. Para niños muy pequeños (18-24 meses), puede ser menos intimidante que el váter «de mayores».
Variedad de modelos atractivos. Existen orinales de colores, con formas divertidas o incluso musicales, que pueden motivar al pequeño a usarlo. Como por ejemplo: el orinal para bebés de ballenas.
Las principales desventajas son:
No es el baño real. Aunque el niño aprenda en el orinal, después tendrá que adaptarse al WC, lo que supone un proceso de transición adicional. Es decir, tendrá que hacer el proceso en dos veces.
Higiene más complicada. Hay que vaciarlo y limpiarlo cada vez, algo que a veces resulta poco práctico, especialmente fuera de casa.
Dependencia del objeto. Algunos niños después se niegan a usar el WC cuando ya están preparados para ello.
El adaptador de WC
El adaptador es un asiento que se coloca sobre el váter normal para reducir su tamaño y que el niño pueda sentarse sin riesgo de caerse. Algunos de los más vendidos son: el reductor con forma de ballena y el adaptador con escalera. Sus principales ventajas son:
Acostumbrarse desde el principio al váter real. El niño aprende directamente en el baño que usará toda su vida, sin fases intermedia lo que hará que no tenga que hacer el proceso dos veces.
Más higiénico. No hay que vaciar ni limpiar un recipiente aparte.
Práctico fuera de casa. Los niños se acostumbran a usar el váter de cualquier lugar (escuela infantil, otras casas, restaurantes), lo que facilita la transición.
Menos objetos en casa. No ocupa espacio adicional como el orinal, y muchos modelos de adaptadores son plegables.
Refuerza el sentimiento de ser “mayor”. Usar el mismo váter que los papis motiva a muchos niños, que lo ven como un símbolo de crecimiento.
Aun así, también tiene desventajas, algunas son:
Puede generar inseguridad. Algunos niños sienten miedo al váter: lo ven grande, ruidoso y profundo. Esto puede retrasar el proceso.
Necesidad de accesorios extra. Normalmente se requiere un banquito para que puedan subir solos.
Menos movilidad. A diferencia del orinal, el váter está fijo en el baño. Aunque nosotros esto lo vemos una ventaja porque no concebimos que esté haciendo sus necesidades en la sala.
¿Qué elegir? Orinal o adaptador
No hay una única respuesta correcta. Todo depende de tu hijo y de la dinámica familiar. Elijas lo que elijas es importante que:
Involucréis al niño en la elección. Déjale escoger el color del orinal o el adaptador. Esto le dará más ilusión por usarlo.
Haz que forme parte de la rutina. Invítale a sentarse en el orinal o el adaptador en momentos clave: al levantarse, antes de dormir, después de comer.
No lo fuerces. Cada niño tiene su ritmo. La presión solo genera rechazo.
Refuerza positivamente. Aplaude sus logros, aunque sean pequeños.
Facilita el acceso. Si usas adaptador, coloca un banquito estable. Si usas orinal, ponlo en un lugar accesible 🙂
Conclusión
La retirada del pañal es un proceso lleno de aprendizajes y también de paciencia. Tanto el orinal como el adaptador de WC son herramientas útiles, pero la clave no está en el objeto, sino en acompañar al niño con calma y confianza :9
Elige lo que mejor le venga a tu niño/a y a tu familia 🙂