La piel atópica es una de las problemáticas más comunes en bebés y niños. No es una enfermedad grave, pero puede llegar a ser muy desagradable y molesta y requerir de productos específicos.
Como puede afectar a muchos niños y bebés, en este artículo vamos a explicar qué es la piel atópica, sus causas, síntomas, tratamientos y algunos consejos prácticos.
1. ¿Qué es la piel atópica?
La piel atópica es una alteración de la piel que se caracteriza por: sequedad extrema, picor y brotes de eccema. Es importante tener en cuenta que se relaciona con la dermatitis atópica.
Para que podamos entenderlo de manera sencilla… las personas que tienen piel atópica suelen tener la barrera cutánea debilitada y esto hace que no se retenga bien la hidratación. Lo anterior hace que la piel se reseque, sea más sensible y se inflame con facilidad.
2. Causas de la piel atópica
A día de hoy se desconoce una causa de la piel atópica. Aunque se cree que puede tener origen multifactorial:
Genética: suele haber antecedentes familiares de piel atópica, asma o alergias.
Alteración de la barrera cutánea: falta de lípidos y proteínas que retienen el agua en la piel.
Factores ambientales: cambios de temperatura, contaminación, higiene con jabones agresivos.
Alergias y sensibilidades: al polvo, polen, alimentos o productos químicos.
Sistema inmunitario hiperreactivo: responde de forma exagerada a estímulos externos.
3. Síntomas más comunes
Los síntomas de la piel atópica varían según la edad y la gravedad, pero los más frecuentes son:
Sequedad
Picor que puede llegar a ser muy inteso
Enrojecimiento de la piel
Aparición de eccemas o placas
Engrosamiento de la piel en las zonas en las que las personas se rascan
Además, en bebés pueden aparecer costras y eccemas en cara, cuero cabelludo y pliegues
4. Diferencia entre piel seca y piel atópica
Mucha gente confunde piel seca con piel atópica. Las principales diferencias son:
La piel seca mejora con hidratantes
La piel atópica necesita cuidados específicos, por lo que no es suficiente con aplicar una crema común
5. Consecuencias y complicaciones
Si no se cuida correctamente, la piel atópica puede derivar en:
Infecciones cutáneas por bacterias u hongos (ya que la piel se rompe y pueden acceder por ahí las bacterias)
Problemas para dormir debido al picor
Impacto psicológico (en niños y adolescentes puede afectar la autoestima)
6. Consejos prácticos para cuidar la piel atópica en casa
Además del tratamiento médico, hay rutinas y cuidados diarios que ayudan muchísimo:
- Higiene. Usar geles sin jabón, suaves y emolientes. Evitar baños muy largos o con agua caliente (resecan más) y secar la piel con toques suaves, sin frotar.
- Hidratación. Aplicar crema emoliente justo después del baño, sobre la piel húmeda y usar cremas específicas para piel atópica (ricas en lípidos, ceramidas y agentes calmantes).
- Ambiente. Evitar ambientes muy secos (usar humidificadores en invierno). Además, es importante evitar ropa sintética; mejor algodón o tejidos suaves. Finalmente, habrá que lavar la ropa con detergentes sin perfumes ni suavizantes fuertes.
7. Productos recomendados
Podemos encontrar productos específicos para este tipo de piel. Por ejemplo:
- Cremas emolientes. Por ejemplo, la de laboratorios Babé.
- Geles de baño suaves. Por ejemplo:Mustela Stelatopia gel de baño para piel atópica
- Productos calmantes. Por ejemplo: loción hidratante de Instituto Español
8. Conclusiones
La piel atópica no tiene cura definitiva, pero se puede controlar y mejorar mucho con cuidados adecuados
La hidratación diaria es fundamental para mantener la piel protegida
No todos los productos valen: es importante elegir emolientes específicos y respetuosos
La experiencia personal juega un papel importante: cada piel responde distinto, por lo que puede requerirse probar varias opciones hasta encontrar la que mejor funcione.