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¿Qué es Mom Brain?

mom brain

Muchas mujeres, después del embarazo y del parto, vivimos algo llamado «mom brain» que no es más que olvidos y falta de concentración. Quizás si has estado embarazada, esto te suene. Hoy vamos a hablar sobre ello:

¿Qué es el Mom Brain y cómo podemos sobrellevarlo?

Es probable que te hayas sorprendido alguna vez preguntándote: “¿En qué estaba pensando?” o “¿Dónde dejé las llaves por quinta vez esta semana?”. Tranquila, no estás perdiendo la cabeza. Lo que estás experimentando tiene nombre (aunque no oficial en manuales diagnósticos) y es más común de lo que parece: el mom brain.

Este término, que se ha vuelto cada vez más popular, hace referencia a una serie de olvidos, despistes y dificultades para concentrarse que muchas madres experimentan, especialmente durante el embarazo y los primeros años de crianza. Pero ¿qué hay detrás de todo esto? ¿Se trata de un mito o hay una base científica real?

Cambios cerebrales reales

Lejos de ser solo una percepción subjetiva, hay estudios que muestran que el cerebro de las madres atraviesa cambios estructurales y funcionales importantes. En un estudio longitudinal publicado en Nature Neuroscience (Hoekzema et al., 2017), se encontró que durante el embarazo el volumen de la sustancia gris se reduce en ciertas áreas relacionadas con la cognición social. Este cambio no es negativo en sí mismo, sino que parece estar relacionado con una mayor eficiencia neuronal para cuidar del bebé y responder a sus necesidades.

Estos ajustes neurobiológicos suponen una reorganización del cerebro, orientada a priorizar lo emocional, lo empático, la protección y la supervivencia del recién nacido. Pero, como consecuencia, otras funciones ejecutivas como la memoria de trabajo, la atención sostenida o la planificación pueden verse temporalmente afectadas.

¿Por qué olvidamos más?

Desde la perspectiva cognitivo-conductual, el mom brain puede entenderse como una sobrecarga de demandas atencionales y emocionales. Las madres suelen tener que gestionar múltiples tareas al mismo tiempo: trabajo, casa, niños, pareja, citas médicas, responsabilidades escolares, etc. Este nivel de multitarea sostenida provoca que el sistema atencional esté constantemente activado, lo que reduce la capacidad de procesamiento consciente.

Además, el sueño fragmentado o insuficiente, que es casi una constante durante la crianza temprana, tiene un impacto directo sobre la consolidación de la memoria y el rendimiento cognitivo general. Si sumamos los niveles elevados de estrés o ansiedad (a veces por cosas pequeñas pero constantes), no es extraño que nuestra mente falle más de lo habitual.

No estás sola, y no estás mal

Es importante desestigmatizar el mom brain. No es una señal de debilidad ni de incompetencia. Al contrario: es la expresión de un cerebro que se adapta a una nueva etapa vital muy exigente. Sin embargo, esto no significa resignarse. Desde la psicología podemos aplicar estrategias para minimizar estos olvidos, reducir la frustración asociada y sentirnos más organizadas.

Estrategias para sobrellevar el mom brain

Desde el enfoque cognitivo-conductual, las siguientes pautas pueden ayudarte:

  • Reduce la multitarea. Aunque parezca inevitable, intenta centrarte en una cosa a la vez. El “modo supervivencia” no es sostenible a largo plazo.

  • Establece rutinas fijas. Automatizar ciertos hábitos (como dejar las llaves en el mismo sitio, o planificar los menús de la semana) libera carga mental.

  • Entrena la atención plena. La práctica del mindfulness mejora la concentración, reduce el estrés y ayuda a tomar conciencia de lo que haces en el momento presente.

  • Duerme lo que puedas. Aunque suene a cliché, el descanso es la base de todas las funciones cognitivas. Si puedes echar siestas cortas o alternarte con tu pareja, hazlo.

  • Acepta que no puedes con todo. A veces, asumir que “no pasa nada por olvidar algo” es más saludable que exigirte ser perfecta.

Y por supuesto, usar herramientas externas para compensar los olvidos también es una estrategia válida y recomendable. No tienes por qué llevar todo en la cabeza.

Herramientas que pueden ayudarte

Aquí te dejo una lista de productos prácticos (sin suplementos ni pastillas) que pueden ayudarte a organizarte mejor y reducir esa sensación constante de estar olvidando algo. Puedes encontrar todos en Amazon u otras tiendas online:

1. Agenda física con vista semanal

Las agendas en papel siguen siendo muy útiles, especialmente las que muestran toda la semana de un vistazo. Te permiten anotar citas, recordatorios y tareas sin depender del móvil. Además, escribir a mano refuerza la memoria.

Recomendación: Busca agendas con espacio para listas diarias y con adhesivos o separadores para visualizar lo importante.

2. Organizador familiar de pared

Ideal para tener en un lugar visible de la casa (como la nevera o la entrada). Estos calendarios permiten anotar eventos familiares, turnos, actividades escolares, etc. Es una herramienta colaborativa que alivia tu carga mental, porque todos pueden consultar y añadir cosas.

Recomendación: Elige uno con imanes, marcadores borrables y códigos de colores por persona.

3. Etiquetas adhesivas o post-its reutilizables

Parece una tontería, pero dejarte mensajes visuales donde más lo necesitas (en la puerta, en el espejo, en el microondas) puede evitar más de un olvido.

Recomendación: Hay modelos bonitos y reutilizables tipo pizarra pequeña.

4. Aplicaciones de recordatorios con alertas

Si prefieres usar el móvil, apps como Google Keep, Todoist o Cozi permiten gestionar listas, tareas y alertas con sonidos y colores. Puedes sincronizarlas con tu pareja o con otros cuidadores.

Recomendación: Usa funciones de repetición automática (por ejemplo: “poner la mochila todos los jueves con la bata del cole”).

5. Reloj inteligente con recordatorios

Los smartwatches pueden vibrar para recordarte cosas clave: “tomar el Dalsy”, “llevar pañales a la guarde” o simplemente “respira y bebe agua”.

Recomendación: Si ya usas uno, configura alarmas recurrentes y sin sonidos molestos.

 

Conclusión

El mom brain no es un fallo ni un déficit: es una etapa más del proceso de convertirse en madre. Reconocerlo, hablar de ello sin culpa y aplicar estrategias prácticas (como estas herramientas organizativas) puede marcar una gran diferencia en cómo te sientes contigo misma. No se trata de tenerlo todo bajo control, sino de sentir que puedes con lo importante… y pedir ayuda para lo demás.

No olvides que ser madre no borra tu identidad ni tus necesidades. Cuidarte también es parte de criar 🙂

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