Nuestro peque cada día hace más rabietas. Entendemos que está en la época de ello, pero a veces es realmente duro. El otro día hablaba con una mami sobre este tema y sobre si poner o no poner límites a los niños. Ella me decía que no, que a los bebés no hay que ponerles límites, que hay que dejar que fluyan.
La verdad es que yo no estoy para nada de acuerdo con esto y os voy a explicar por qué. Ojo, con esto no quiero decir que cada uno no pueda hacer lo que quiera, solo que nosotros hemos decidido sí poner límites a nuestro bebé.
¿Por qué ponemos límites?
Estamos en el momento de que nuestro peque lo abre todo, lo toca todo, juega con todo e incluso ha aprendido a abrir los seguros con los que se cierran los armarios para que no los pueda abrir. Esto hace que muchas de las cosas que hace o toca sean peligrosas.
Por ejemplo, ayer abrió uno de los armarios de la cocina donde hay porcelana y se puede hacer daño con ella si la rompe. Cuando abrió ese armario yo le dije «cariño, no se puede abrir el armario» y acto seguido lo cerré y le puse la pierna para que no pudiese abrirlo. Él se enfadó mucho y empezó a llorar. Yo le dije «estás llorando porque estás enfadado, pero mamá ha cerrado el armario porque es peligroso para ti». Sé que probablemente no entienda nada de lo que le digo, pero me gusta siempre poner nombre a la emoción.
También tiene la costumbre de ponerse de pie en la trona y claro, lo tengo que sentar. Él se enfada, llora y ya no come más.
En los casos anteriores, en los que supone un peligro para él dejarlo hacer lo que quiere, me parece imprescindible poner límites. De no ponerlos lo estaríamos poniendo a él en peligro por no «aguantar» una rabieta. También hay veces que muerde… ¿le tengo que dejar que me muerda? yo creo que no. Para nosotros es importante no normalizar conductas en las que se pueda hacer daño a sí mismo o causar algún daño a los demás. Porque hoy en día me muerde a mí… pero ¿qué pasa si cuando vaya a la escuela muerde a otros niños o a los profesores?
¿Los límites son malos?
A mi parecer no lo son y para mí son totalmente necesarios. Como psicóloga que ha trabajado en centros de atención temprana puedo decir que son totalmente necesarios para el desarrollo óptimo de los bebés. Claro está que no se pueden poner límites como se ponían hace tiempo (físicos), pero hay que educar desde el amor poniendo límites adecuados para su edad porque nos garantizan, entre otras cosas, seguridad.
Por lo que, para mí, poner límites no es ser autoritario ni restrictivo. Es más, a mi me encanta dejarle hacer lo que quiera y que explore, pero siempre y cuando no se ponga en peligro. Para nosotros es totalmente necesario porque creemos que le enseñan a estar seguro y a respetar a los demás.
Ahora bien, vamos a ver qué dice la literatura sobre los límites y los bebés.
¿Hay que ponerles límites a los bebés y a los niños?
Dejando de lado mi opinión (que algo ya sé sobre el tema ;), hay muchas investigaciones y mucha literatura que apoya la idea de que los límites son necesarios. Os dejamos un enlace de UNICEF donde dicen que «los límites son una de las mayores herramientas de la crianza».
Claro está que cada uno puede hacer lo que quiera, nosotros solo os damos nuestra opinión y comentamos nuestra experiencia. ¡Un saludo!