«Mi hijo no come» ha sido la frase que más he repetido desde que el peque nació. Como habréis podido leer en otras entradas sobre «nuestras experiencias» tenemos en casa un muy mal comedor. El que no coma es algo que me desespera por completo.
Cuando hablo de «no comer» me refiero a que, a veces, hace huelgas de hambre. Por un lado, tiene días en los que come más o menos aceptable y, por otro lado, días en los que no prueba nada de lo que le pongo.
Lo hemos llevado al pediatra en varias ocasiones porque, sobre todo, cuando tiene fiebre o cualquier cosilla, deja de comer por completo. La pediatra después de explorarlo nos dice «ya volverá a comer cuando tenga hambre». Pero claro…. como padres nos desespera que no coma porque sabemos que para crecer tiene que comer.
Vamos a hablar hoy sobre este tema dividiéndolo por apartados.
No todos los niños comen igual
Esto es algo que me intento repetir toodos los días. Tenemos en el círculo cercano de amigos tres bebés de edades muy similares a la del nuestro. Estos bebés comen mejor que el nuestro (dicho por sus padres). Hablamos con sus padres y nos dicen «ui mi peque come fenomenal». Eso sí, los hemos visto comer y tampoco es para tanto. Quizás si que comen un poco más que el nuestro, pero no mucha más cantidad que cuando el nuestro tiene un buen día.
Con esto quiero decir que tenemos que tener mucho cuidado con las comparaciones. Como ya comentamos en otra entrada llamada «nuestra experiencia comparándonos con los demás«, la gente nos muestra lo que le da la gana. En otras palabras, quizás te cuentan que se comió un trozo enorme de tortilla de patatas, pero luego no te cuentan que estuvo tres días sin comer porque estaba malito. Los seres humanos solemos mostrar lo «guay», no lo que no es tan genial.
¿Se desarrolla bien? ¿Tiene energía?
Si la respuesta es que sí, quizás tampoco necesita más de lo que come. El nuestro come mal y tiene un percentil de peso que va oscilando entre el 11 y el 19. No pesa mucho, es más, los bebés de su edad que conocemos le superan por un par de kg mínimo. ¿Pero de qué les sirve pesar más? A mi parecer, de nada.
El nuestro quizás no está tan gordo o no come tanto, pero tiene muuucha energía y se le ve sano. Mientras el peque vaya consiguiendo los hitos del desarrollo y se vea sano, según los pediatras, no nos tenemos de qué preocupar.
¿Haces todo lo que puedes para que coma?
Con hacer todo lo que puedes me refiero a si intentas darle de comer cosas gustosas, cosas con las que pueda explorar, cosas atractivas, etc. Si la respuesta es que sí, entonces poco más puedes hacer. Esto es algo que yo me suelo repetir bastante para seguir hacia delante: «hago todo lo que puedo para que coma, es él el que tiene que comer».
Con lo anterior quiero decir que, por muy desesperante que para mí sea que no coma, es algo que tiene que decidir él. Si está sano, cumple los hitos del desarrollo, le pongo comida adecuada a él y atractiva y, aun así, no quiere comer… poco más hay que podamos hacer.
En resumen, si tu también te repites la frase de «mi hijo no come», entiendo lo frustrante que es. Pero… si hacemos todo lo que podemos… poco más hay que podamos hacer. Al fin y al cabo, son ellos los que tienen que comer, no podemos meterles la comida por la oreja. Un abrazo 🙂