Como ya hemos comentado en la entrada de «nuestra experiencia con el pediatra«, los percentiles nos han provocado mucho malestar durante el crecimiento de nuestro bebé. El no estar entre los percentiles 25-75 (que es lo que consideran «normal»), nos ha traído muchos quebraderos de cabeza.
Los quebraderos de cabeza comenzaron ya en el embarazo cuando en la última ecografía, la del 3º trimestre, nos dijeron que estaba en un percentil 1 de longitud de fémur (LF). Esto nos produjo muchísimo malestar porque el ginecólogo nos indicó que «podía ser enano».
Ahí estábamos nosotros, en la 3º ecografía, la final, con unos percentiles bastante bajos. Mi ginecóloga no le dio más importancia, pero por si las moscas, nos mandó repetir la ecografía por si era un error de medida. Aun así, la angustia que nos generó el ginecólogo que nos hizo la ecografía, fue muy grande.
Por eso, hoy vamos a hablar sobre los percentiles durante en el embarazo.
¿Qué es un percentil?
Como ya comentamos en la sección de «percentiles«, un percentil es un término estadístico que trata de situar a una persona dentro de una escala del 0 al 100. En este sentido, si tu bebé está en un percentil de LF (Logitud de Fémur) de 6 significa que: el 94% de los bebés de su edad gestacional tienen una LF mayor que la suya.
Es importante tener en cuenta que tanto en el embarazo como en el crecimiento los percentiles son distintos para chicos y chicas y que hay percentiles para cada semana gestacional y cada mes de vida una vez que ya han nacido.
¿Por qué no hay que hacerles mucho caso a los percentiles?
Como siempre, os recordamos que no somos médicos, siempre hablamos desde nuestra experiencia. Con no hacer mucho caso a los percentiles nos referimos a no tomarlos como la verdad absoluta. Es cierto que cuando nos dicen que nuestro peque está en un percentil bajo nos asustamos mucho. Sin embargo, tenemos que relativizar esta información porque los percentiles:
- Dependen de la persona que toma la medida. Factores como la experiencia y la habilidad pueden ser clave.
- Dependen del aparato que se utilice. Hay máquinas de ultrasonido mejores que otras.
- Dependen de la cantidad de líquido amniótico. El líquido es el medio a través del que se transmiten las hondas del ultrasonido. Por lo que, su calidad y cantidad pueden afectar a la calidad de la eco y en la precisión de las medidas
- Son estimaciones basadas en las imágenes que se obtienen
- Errores técnicos. Pueden existir distorsiones que afecten a la precisión de la medida
Con todo ello queremos tranquilizarte en el caso de que te hayan dado un percentil bajo o demasiado alto. Son solo estimaciones. En nuestro caso estimaron un bajo peso y un fémur muy corto y cuando nació todo estaba bien y el bebé estaba muy sano.
Si tienes pensamientos recurrentes sobre el percentil de la eco, intenta relativizarlos para que no te generen malestar en las últimas semanas de embarazo.