A nosotros nos costó mucho decidirnos por comprar una silla ligera de paseo. Por eso, hoy os vamos a hablar desde nuestra experiencia y comentaremos sobre todo, por qué no queríamos comprarla y por qué acabamos decidiendo que la necesitábamos. Además, también os contaremos cuál compramos y qué opinamos después de llevar unas cuantas semanas con ella.
¿Por qué no queríamos comprar una silla ligera?
Como os decía, nos costó mucho comprar la silla porque realmente pensábamos que no la necesitábamos. Creíamos que con el carro que habíamos comprado al principio (Jané Kendo os dejamos el enlace donde hablamos de él) íbamos a tener suficiente. Sin embargo, con la llegada del calor y también de los primeros pasos de nuestro peque veíamos que cada vez era más necesaria.
Nuestros motivos para no comprarlo, eran los siguientes:
- Gasto de dinero. Este era el principal… ya tenía una silla… pensábamos que para qué otro gasto de dinero en otra
- Nos daba miedo que no le fuera a gustar o que no la quisiera usar (cada vez anda más y cada vez quería ir menos en el Jané Kendo)
- No teníamos dónde guardar la vieja
Aun así, como veremos… teníamos más razones a favor de comprar que en contra
¿Por qué finalmente compramos la silla?
Los motivos son muchos, voy a enumerarlos porque creo que así se ven de manera más sencila:
- En la silla Kendo iba muy arriba
- La parte del reposapiés no nos parecía nada adecuada para su edad (no podía llevar las piernas en 90º)
- El respaldo no permitía que el niño fuera sentado, siempre tenía inclinación hacia atrás (me puse en contacto con Jané y me dijeron que la Kendo era así)
- La Kendo tenía recubrimiento por los lados y el bebé solo podía ver de frente (él es un cotilla y quiere verlo todo)
- Era enorme y pesaba mucho por lo que meterla en el coche era un suplicio. En mi coche, que es pequeño, si metía la silla no podía meter nada más y esto me limitaba mucho. Además, tener que desmontar la silla en dos piezas para guardarla hacía que tuviera que perder mucho tiempo y que me diera mucha pereza tener que salir de casa con ella
Todo lo anterior hizo que nos decidiéramos a comprarla. Es cierto que antes de comprarla probamos a llevar al niño en brazos, pero ahora con el calor era una tortura tanto para él como para nosotros. Así que vimos que necesitábamos una silla ligera y compacta sí o sí.
¿Cuál hemos comprado?
Yo soy fiel a Jané, todo lo que hemos comprado nos ha salido magnífico así que pensamos que la mejor opción sería una de Jané. Tenían varias (como la Rocket) y la que más nos gustó fue la Jané Clap por:
- Apta hasta los 26 kg
- Se pliega con una sola mano
- Asa de transporte
- Capota anti UV y repelente al agua
- Sistema de ventilación en la capota
- Capota extensible para mayor protección contra el sol
- Apta como equipaje de avión
La miramos en el Corte Inglés, porque en Amazon no la tenías. Normalmente preferimos comprar en Amazon por la política de devoluciones y porque te lo traen a la puerta de casa.
Finalmente la compramos en Drim porque El Corté Inglés tardaba un mes en traérnosla (no tenían stock).
¿Nos arrepentimos?
Después de tanto pensarlo… de lo único que nos arrepentimos es de no haberla comprado antes. Además, al haber comprado Jané nos sirve la colchoneta, el saco y la burbuja de lluvia de la que ya teníamos.
Por lo que, podemos decir que no, no nos arrepentimos para nada.
¿Qué silla ligera de paseo puedo comprar?
Yo iba con la idea bastante fija porque la Jané Clap reunía todas las condiciones que para mí eran necesarias. Otras dos que también me gustaban mucho y que probamos tanto en Drim como en El Corte Inglés, fueron las siguientes:
- Kinderkraft. Tiene muy buena relación calidad-precio. La verdad es que nos sorprendió para bien.
- Bugaboo Dragonfly. Es muy bonita y práctica, pero a nosotros ya se nos iba de presupuesto.
En definitiva, nos arrepentimos de no haberla comprado antes y estamos súper contentos de haber comprado la Jané Clap. Os dejamos unas fotos:
