Cuando nos enteramos de que estamos embarazadas una de las primeras decisiones que tenemos que tomar es si queremos llevar el embarazo en la Seguridad social o en la sanidad privada. Incluso hay personas que se decantan por llevarlo en ambas.
Hoy vamos a hablar sobre cuáles son las ventajas e inconvenientes de llevarlo en cada una de ellas y hablaremos, como siempre, de cuál es nuestra experiencia.
Seguridad Social
Es importante tener en cuenta que en cada comunidad autónoma es diferente, aunque tienen bastantes similitudes:
- Visitas con la matrona y el/la ginecóloga/o. Dependiendo de la comunidad pueden ser más o menos. Lo usual es que sean un total de 9. Aquí se recogerá la historia clínica de la embarazada (edad, antecedentes médicos, hábitos tóxicos, etc.), se escuchará el corazón del bebé, se ofrecerán recomendaciones para un embarazo saludable, etc.
- Ecografías. En la seguridad social se hacen tres ecografías, una por trimestre.
- Pruebas de laboratorio. Generalmente se hace también una analítica por trimestre más la prueba del azúcar.
En nuestra sección «embarazo» podrás encontrar info más detallada.
Además, las comunidades autónomas ponen a disposición de las embarazadas documentos con el protocolo de seguimiento del embarazo. Te dejamos los enlaces de algunos de estos protocolos:
Sanidad Privada
Cada hospital o centro sanitario tiene sus propias normas o protocolos. A diferencia de la seguridad social, se suelen hacer más visitas con el ginecólogo y más ecografías. Por lo que suele ser una opción más atractiva para las futuras mamás y papás. Es decir, se hacen todas las visitas, pruebas, etc. que se hacen en la seguridad social, pero añaden más ecografías y visitas con el ginecólogo.
Nuestra experiencia
No sé si lo hemos comentado alguna vez, pero nosotros llevamos el embarazo y el parto por un hospital privado. La atención en el embarazo me encantó porque tuve muchísimas visitas y ecografías. Mínimo podíamos ver al bebé una vez al mes (a veces incluso dos). Esto es muy reconfortante. Yo tenía una amiga que en esa época estaba embarazada también y estaba llevando el embarazo por la seguridad social y siempre hablábamos de la diferencia entre un tipo de sanidad y otra.
Algo que no me gustó es que solo tuve una cita con la matrona y porque la pedí yo para que me hablara sobre el plan de parto. El resto del embarazo me lo llevó la ginecóloga. Eché de menos que alguien me hablara sobre qué podía comer, qué no, etc. (cosas que si explican en la sanidad pública, al menos en la comunidad autónoma en la que vivimos).
En resumen, es una decisión complicada. A pesar de que mi parto fue un desastre (podría haber pasado también en la pública), volvería a elegir la sanidad privada. Considero que la atención en la privada, según mi experiencia, es más estrecha y personalizada y que se realizan más ecografías y visitas que en la pública.
Eso sí, si decidís que el parto sea en un hospital privado, yo me aseguraría de que tuviese UCI neonatal.
¡¡Saludos!!